El Centro Cultural de Son Ferriol se proyectó abierto hacia el parque y la parroquia que coexisten en la misma manzana. La planta baja invita al viandante a atravesar el edificio y llegar al patio interior. La planta primera colmata la fachada del parque, frente a la parroquia.
El edificio es un gesto formal en el que forjados y paredes (materia opaca) se pliegan, suben y bajan se alejan y vuelven, dejando entre ellas los espacios habitables, abiertos hacia el exterior, mostrando sus usos al viandante e invitándolos a su vez a visitarlo…